Aún hay noches en las que estiro el brazo y busco tu cuerpo a mi lado. Noches en las que mi cuerpo se imagina acurrucado a tu lado y te olisqueo. Aún recuerdo tu olor. Si cierro los ojos, aún puedo olerte. Aunque estés a cientos de kilómetros de mi. Aunque te encuentres a muchos días de distancia.
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