Hoy, que no tenía un buen día, más bien "chof" y que pensaba sentarme a escribir el por qué (aunque tampoco lo tengo claro), las cosas han girado 360 grados y todo se ha puesto del revés.
Acaba de llamarme mi mejor amigo de la infancia (lo llamo primo, hasta ahí llega la amistad) para decirme que el pequeño Lucas, que se resistía a nacer y se ha hecho esperar, por fin está aquí.
Mi pequeño Lucas me ha traído una alegría que no he encontrado en todo el día. Lucas a pequeña escala, con sus escasos 3 Kilos y su desconocimiento del mundo ha venido a alegrar el mundo de muchos, mucho más grandes que él en tamaño y conocimiento.
Lucas, a tu madrina (que seré yo) le has pegado una leche bien gorda en el pensamiento, con lo canijo que eres y le has demostrado que cualquier pequeñez nos puede hacer sonreir y llevar mejor las cosas o incluso, olvidarnos de ellas.
Bienvenido al mundo Lucas. Gracias por llegar.
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