Ahora, con todo el lío que se está montando con la ley del aborto, llevo varios días dando vueltas a la cabeza. No a cerca del aborto, en eso tengo muy clara mi posición, si no a cerca de lo difícil que tiene que ser educar a una criatura.
A mi no es que me gusten especialmente los niños, de hecho, mi instinto maternal no ha dado señales de vida por el momento. Pero a mi alrededor tengo a padres y madres con hijos y me da en la nariz, que para educar no hay normas escritas y que lo que sirve para unos, para otros no sirve y depende mucho de la paciencia de los padres y del carácter de los hijos.
En mi caso, tendría el listón muy alto si tuviera hijos, porque creo que mis padres supieron educarnos muy bien a mi hermana y a mi. Nunca nos impusieron nada y siempre hablaron muy claro y de cualquier cosa, sin tapujos. Recuerdo que con 6 ó 7 años mi madre nos sentó a mi hermana (que tiene dos años menos que yo) y a mi a ver El Pico. Una película bastante dura (sobre todo para dos niñas pequeñas) sobre la heroína. Recuerdo que ni nos movimos. Después de tantos años aún tengo escenas grabadas. Cuando terminó mi madre nos miró a las dos y nos dijo: “ya sabéis lo que hacen las drogas. Sois libres de hacer lo que queráis, pero quiero que sepáis las consecuencias que pueden tener”. No es que en ese momento nos fuéramos a meter ninguna en las drogas (con esa edad y en aquella época … raro) pero eso quedó ahí. Igual que las charlas que mis padres nos daban sobre sexo, incluso cuando las dos aún jugábamos con muñecas y los niños sólo servían para jugar a ver quien pegaba más fuerte … ellos iban sembrando, sin imponer, dejando nuestras decisiones a nuestra libre elección, pero indicándonos desde el primer momento las consecuencias que ciertas decisiones podrían traer.
Ahora, con los años, veo más clara su estrategia. Recuerdo que mi casa era “la casa de todos mis amigos”. Cuando quedábamos para salir siempre lo hacíamos en mi casa, si había que hacer alguna fiesta, se hacía en mi casa (con mis padres, pero sin estorbarnos), si salíamos en feria, eran mis padres los que nos invitaban a los churros del desayuno. Siempre pensé que mis padres eran los más enrollados, y en realidad lo eran, pero formando parte de mi adolescencia desde una perspectiva enrollada lo que conseguían era conocer a mis amigos, saber lo que hacíamos … vamos, controlarnos, pero sin que nos diéramos cuenta.
Nunca me han exigido que no cometiera errores, que no es lo mismo que decir que me animaran a cometerlos. Por lo general he consultado las cosas con ellos para conocer su opinión, pero si estaba decidida (que soy bastante cabezona a veces)y salvo que fuera una locura, me han apoyado, aunque no estuvieran del todo de acuerdo y JAMAS me han dicho “ya te lo dije” …
Creo que es una gran fórmula: que tus hijos crean que hacen lo que quieren, pero en realidad hacen lo que tú quieres … aunque es complicado, porque hay que conocer ese punto en el que termina la libertad de un hijo y comienza la responsabilidad de un padre, porque si te pasas …
Entiendo que mi ex me dijera ayer (están esperando un bebé) que está muy ilusionado, pero cagadito de miedo … yo lo estaría por partida doble: por lo que se me vendría encima y por no llegar al nivel que mis padres le dieron a mi educación y le siguen dando.
Papá, mamá, gracias por ser así y siento si alguna vez no he estado a la altura, aunque lo intento.
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