lunes, 8 de diciembre de 2008

A mis tres ángeles

Recuerdo perfectamente la última vez que vi a Puri. Fue en las navidades 04-05. Iba con mi madre y mi hermana de compras y nos la cruzamos. De pronto escuché “Qué pasa chica!! Ya has vuelto?”. Era su voz. Esa voz ronca y familiar. Llevaba mucho sin verla. Ya me lo había dicho mi hermana “está tremenda”. Estaba embarazada de 4 ó 5 meses pero tenía un barrigón de 9!!!
Llevaba un jersey de lana de cuello vuelto marrón, unos vaqueros y el pelo cogido en una cola. Nos paramos dos minutos a saludarnos. “¿qué tal?”, “bien“, “a ver si nos vemos“, “vaya barrigón que llevas bonita, ¿qué tal Natalio? Dale un beso“, “a ver si quedamos”, “adiós “
Fue la última vez que la vi, la última que la veré. Me gusta tener esa imagen suya. Con su sonrisa de siempre, con su alegría. Si hubiera sabido que era la última vez la habría abrazado más fuerte de lo que lo hice, la habría besado más. Habría vuelto a quedar con ella y con Natalio.

Eran una pareja genial. Estaban esperando un bebé, un bebé que no nacerá. El 9 de marzo de 2005 alguien quiso que ese niño no naciera, que sus padres no siguieran viviendo. Nos quitó a dos grandes amigos y un futuro. Nos quitó una parte de nuestras vidas.

Estéis donde estéis sé que estáis con nosotros, cuidándonos, riendo con nuestras risas, llorando con nuestras penas. Tenemos tres ángeles guardianes en algún sitio velando por nosotros, pero me gustaría que nadie velara por nosotros. Nunca dijimos lo que nos queríamos hasta que fue tarde. Ahora es algo que hemos aprendido, a decir las cosas en el momento, porque quizá luego sea tarde.

Puri, Natalio espero que estáis bien con vuestro pequeño. Los tres juntos, felices, aunque desde que no estáis aquí algo falta.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Tic tac tic tac ... nooo!

¿Estoy madurando? No llego a entenderlo. Puede ser madurez, reloj biológico o simple empatía con mi alrededor, el caso es que no lo entiendo. No me entiendo.

Tengo que reconocer, por duro que suene, que nunca me han gustado los niños (salvo pasadas ciertas edades, pongamos 25 años ...). Nunca he tenido instinto maternal. No había cogido a un bebé hasta hace 5 años, y mejor que no lo hubiese cogido, porque mi postura dejó mucho que desear y casi lo tiro al suelo en cuanto se movió.

Nunca he entendido a esas personas, principalmente mujeres, que se paran ante un cochecito de bebé a mirar lo que hay dentro. Siempre he quedado mal con las madres, padres y familiares directos de las criaturas, porque nunca me han interesado lo más mínimo y claro, ante mi indiferencia frente a su churumbel, la cosa como que no me dejaba en muy buena posición.

Tampoco he sentido esa llamada de la naturaleza. Nunca he sido, como algunas amigas o mi propia hermana, de las que han tenido claro desde siempre que, con o sin pareja, querían tener un niño. De hecho lo que siempre he tenido claro y me ha costado más de una discusión ha sido todo lo contrario: no quiero niños.

Pero últimamente no sé qué cojones me pasa. Quizá sea que tengo a mi alrededor (lejos, pero en contacto) niños que sí que me interesan. Me sorprendo a mi misma sonriendo cuando, con media lengua, me cuentan por teléfono un cuento o me preguntan que cuando llego y me dicen "te quieo munsho, tita". Me sorprendo yo y no digamos sus padres, que lo flipan cuando digo que me quedo cuidándolos ... Creo que siguen sin fiarse y piensan que en algún momento volveré a mi ser y me cargaré a sus hijos ... jajaja.

Por el momento, no me he vuelto tan loca como para pensar en la posibilidad de tener un hijo a toda costa, pero me estoy asustando de mis reacciones ... ¿y si un día me levanto y esto se convierte en una misión? La idea me aterroriza!

Me extraña este cambio de ideas en mi, que no toleraba un niño cerca y ahora me da rabia perderme la infancia de algunos. La gente me decía eso de "cuando sean tuyos cambiarás de idea" y ... joder, que si he cambiado! No me explico cómo los soporto, con lo que era yo!!!!

También me decían que la cosa cambia cuando tienes a alguien a tu lado y sientes la necesidad de tener un hijo con esa persona. Pues a mi, con nadie me ha apetecido ... y ahora que ni tengo pareja, ni me apetece tenerla, ¿salgo con esto? ¿Con que no me desagradan del todo los niños?

Pero si yo el instinto maternal sólo lo he tenido con los perros y los gatos ... ¿a qué me viene ahora esta tontería?

Espero que sea algo que se quede ahí, en que sólo me gusten a ratos los niños de los demás, porque la simple idea de que quiera uno para mi me acojona ... y muuuuucho. Esperemos que no vaya a más!