viernes, 2 de marzo de 2012

No te pude retener



Así, sin quererlo yo, el otro día sonó esta canción y me vi, sola por la calle, con un nudo en la garganta y una lágrima a punto de salir, lágrima que salió al final.

Parece mentira, cómo damos por cerradas las historias y un día sin venir a cuento encuentran esa rendija por la que escapar de su encierro. Rendijas como esta canción.

Sin poder evitarlo me acordé de ti y no pude dejar de sonreir a pesar del nudo y de la lágrima. Nos quedaron justo esas cosas, y otras más, pero sí que nos quedaron esas ... Ese viaje a ninguna parte que planeamos, contando nubes, aquella tarde de verano. Ese tatuaje, que tampoco nos hicimos... Y al final, faltó que me pidieras que me quedase.

Al final siempre faltan muchas cosas por hacer, aunque siempre nos quedarán las que sí que hicimos.

Quizá tampoco era necesario que me pidieras que me quedara, quizá nuestra historia debió quedar así, inacabada, con cosas pendientes, para que un día, lejano en el tiempo, sonara esta canción y al escucharla sonriera y recordara todo lo bueno que hicimos.

Gracias por haber compartido aquellos instantes conmigo. Los que no compartimos pero quedaron pendientes, en el fondo, también los vivimos mientras los soñábamos.

Gracias P.