miércoles, 29 de abril de 2009

Todos callamos algo ... Todos.

Hace varias noches vi una entrevista que Andreu Buenafuente le hacía a Julia Otero, y Julia dijo algo que me parece muy cierto y que poca gente reconoce: "la verdad es asocial. Con la verdad por delante se hunde la convivencia. No se puede decir TODA la verdad". Esta fue la frase que literalmente copié porque me impactó. Que vamos, no es que esté diciendo la pobre mujer que seamos todos unos mentirosos (que todo, sacado de contexto se desvirtúa), si no que todos tenemos secretos y todos nos callamos algo, hasta con nuestra pareja, nuestra familia y nuestros mejores amigos (esos a los que decimos que se lo contamos todo).

Y es cierto. Yo soy muy sincera, pero ... siempre te guardas algo. Algo que nadie sabe. No necesariamente debe ser un delito, pecado o algo inconfesable. Simplemente es algo que no cuentas a veces por miedo a ser juzgado, otras por no ofender, otras porque piensas que no te entenderán y otras simplemente porque no.

Todos tenemos secretos que sólo nosotros conocemos. Y pienso que nadie debe ofenderse porque no compartamos esos secretos, grandes o pequeños. No es falta de confianza. Supongo que muchas veces es necesidad de espacio o a lo mejor, complicidad con uno mismo.

lunes, 27 de abril de 2009

Bienvenido Lucas

Hoy, que no tenía un buen día, más bien "chof" y que pensaba sentarme a escribir el por qué (aunque tampoco lo tengo claro), las cosas han girado 360 grados y todo se ha puesto del revés.

Acaba de llamarme mi mejor amigo de la infancia (lo llamo primo, hasta ahí llega la amistad) para decirme que el pequeño Lucas, que se resistía a nacer y se ha hecho esperar, por fin está aquí.

Mi pequeño Lucas me ha traído una alegría que no he encontrado en todo el día. Lucas a pequeña escala, con sus escasos 3 Kilos y su desconocimiento del mundo ha venido a alegrar el mundo de muchos, mucho más grandes que él en tamaño y conocimiento.

Lucas, a tu madrina (que seré yo) le has pegado una leche bien gorda en el pensamiento, con lo canijo que eres y le has demostrado que cualquier pequeñez nos puede hacer sonreir y llevar mejor las cosas o incluso, olvidarnos de ellas.

Bienvenido al mundo Lucas. Gracias por llegar.

lunes, 20 de abril de 2009

Ida de pinza por culpa de Sabina

El amor, cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren. Eso dice una canción de Sabina y creo que, como en muchas cosas, tiene razón.

No creo en el amor eterno o al menos no me ha pasado. Creo en el enamoramiento inicial y quizá lo haya confundido a veces con el amor. No hay libro de instrucciones y en ningún sitio se describen los síntomas del amor verdadero, con lo cual ¿cómo saber si lo sentimos o si realmente existe?

Claro, luego llegan los desengaños y los deshinchamientos. Tras un tiempo dejamos de sentir los síntomas del enamoramiento y… ¿dejamos de estar enamorados? Quizá nunca lo hayamos estado... Complicado ¿eh?

Es mucho más fácil con la amistad. Por un amigo, no se suele perder el interés que perdemos por nuestra pareja cuando el enamoramiento pasa. ¿Por qué? Debería ser igual o más intenso con una pareja, ¿no? Quizá porque por un amigo no hemos sentido los efectos del enamoramiento y con las relaciones de amistad no existen picos emocionales. Es algo como más estable, mientras que con una pareja, una vez acostumbrados a un nivel de emoción ya no queremos bajar más allá de ese nivel y cuando el nivel baja, perdemos el interés.

Qué complicado es todo… si en realidad a una pareja le pedimos lo mismo que a nuestro mejor amigo: respeto, complicidad, comprensión, compartir buenos momentos… ¿por qué en el momento en el que entra la palabra AMOR todo se complica tanto?

Por eso pienso que Sabina tiene razón, porque sólo aquellos amores que son imposibles, los que matan, nunca mueren. No mueren porque el nivel de emoción se lo damos nosotros y no depende de otra persona. Nos inventamos ese amor… con lo cual, no es real…

Así que resumiendo ¿realmente existe el amor o es todo un invento? Creo que últimamente soy demasiado realista, así que prefiero no contestarme ...

jueves, 16 de abril de 2009

Injusticias justas

A veces la vida es justa, otras injusta y otras veces, como hoy, las injusticias se transforman en gritos de justicia y reconocimiento. Me refiero al caso del profesor Neira. Un hombre que por defender algo que creía injusto se convirtió en víctima de aquella injusticia y de lo que vino después. Una mujer que no quiso agradecer lo que él hizo por ella y que por hacerlo estuvo a punto de perder la vida.

Por suerte, la vida a veces es justa y hoy, día en que cumple años, el profesor ha salido del hospital. Cambiado, más débil, con ocho meses menos de su vida a sus espaldas que no recuperará, pero con fuerzas (al menos eso me ha parecido), vivo y sobre todo humilde. He visto a un hombre humilde que pedía que le presentaran a ese héroe que él no conocía. Un hombre que ha reconocido que volvería a hacer lo que hizo. Un hombre que nos ha dado a todos una lección de lo que se debería hacer. Una mujer, la del profesor, que a pesar de todo, nunca ha perdido la esperanza y nunca ha demostrado odio, ni hacia el agresor ni hacia la persona que nunca agradeció aquella acción.

Me alegra saber que a veces las injusticias tienen final feliz. Me alegra saber que hay esperanza y gente buena en un mundo que a veces se me hace insoportable.

Felicidades profesor y gracias en nombre de quienes sí sabemos agradecer las cosas.

domingo, 5 de abril de 2009

Bendito Alzehimer

Cuando el año pasado nos dijeron que mi abuela tenía Alzehimer se nos cayó el mundo encima. Sobre todo al principio, que le daban ataques de pánico. Dolía ver a mi abuelilla, que es un suspiro, que no es capaz de matar a una mosca, con la cara desencajada pidiendo que se fuera toda esa gente, que sólo ella podía ver, pero que veía y sentía como si estuvieran allí.

Pero por suerte, los ataques de pánico duraron quince días y ahora tiene lo que siempre se ha merecido.

Mi abuela, siempre ha sido una mujer fuerte, graciosa, pero con un gran defecto: no se quejaba "por no molestar". Y así perdió la vista de un ojo, por no molestar, porque aunque rabiaba de dolor, cómo iba a llamar a mi madre a casa por la noche y molestarla ... Por no molestar, nunca se quejó de nada, jamás la he oido decir que le dolía algo. Y por no molestar, nos soportaba a cinco fieras en su casa cuando nuestros padres salían, estuviera ella como estuviera.

A parte de eso, siempre me ha recordado a Sofía, la de las chicas de oro. Físicamente igual, pequeñita, poca cosa. Y en cuanto a su sentido del humor ... es que te partes con ella! sale con cada una que no puedes evitar reirte y encima ella lo dice muy seria, aunque al final acaba riéndose ...

Pues el bendito Alzehimer le está dando la vejez que se merece. Sigue reconociéndonos a todos (aunque estemos lejos y no nos vea) aunque a veces se olvida de nombes, pero rápidamente los recuerda. Sigue con su sentido del humor intacto. Pero a ese "por no molestar" que la ha acompañado toda su vida lo ha devorado el Alzehimer y por suerte ya no lo pasa mal cada vez que mi abuelo dice algo que ella considera inapropiado. O dice lo que piensa (cosa que nunca ha hecho, por si molestaba) o directamente, pasa de todo.

Esa es la vejez que se merece una mujer que se ha aguantado muchas cosas por no molestar y a la que todos hemos molestado y nunca rechistó.

Esa vejez es la que se merece: vivir los últimos años de su vida como ella siempre ha querido y sin molestar. Pepa, tú nunca molestas.

jueves, 2 de abril de 2009

Miss Guantánamo

Para quedarse con la boca abierta. Así me he quedado yo ahora mismo que acabo de leer un artículo en el País.

Por lo visto, estamos todos muy equivocados al pensar que Guantánamo es un centro de detención. Parece ser que no lo es, que se trata en realidad de un lugar paradisíaco al que sólo, eso sí, pueden acceder ciertas personas. Vamos, que estamos todos muy, pero que muy equivocados.¡A esas personas se las lleva allí de vacaciones! ¡Vaya! Y las organizaciones de Derechos humanos peleando por unas personas que están de vacaciones y que seguramente no quieran irse …

He buscado en el diccionario de la RAE la palabra cárcel, porque a lo mejor he estado toda mi vida equivocada y la definición es “Local destinado a reclusión de presos”, entonces, he buscado preso: “Dicho de una persona: Que sufre prisión”, vaya… otra vez… buscaré prisión: “Pena de privación de libertad, inferior a la reclusión y superior a la de arresto”. Pues entonces, definitivamente, Guantánamo no es una cárcel. Si yo no supiera lo que es Guantánamo y leyera este artículo, o el blog de la miss querría, como poco, pasar unas vacaciones allí.

Lo mejor de todo es que he intentado leer el blog y no he podido. Creo que algo de censura le han hecho. En lugar de la crónica por “Disneyland Guantánamo” aparece una aclaración de la presidenta de la Organización de Miss Universo al respecto, indicando que a lo que su representante (con representantes así quien quiere enemigos) se refería en su blog era al trato recibido por el personal de Guantánamo … me da que a esta chica no van a volverla dejar escribir sola nunca más (cosa que no sería por otro lado una desgracia para el mundo, si no más bien todo lo contrario)

Espero que hayan aprendido la lección y otro año elijan a alguien con un poco más de cerebro, más corazón y menos pájaros en la cabeza. O eso, o que el año que viene celebren el certamen en Guantánamo. Los presos lo agradecerían, digo yo.

miércoles, 1 de abril de 2009

Mis padres

Ahora, con todo el lío que se está montando con la ley del aborto, llevo varios días dando vueltas a la cabeza. No a cerca del aborto, en eso tengo muy clara mi posición, si no a cerca de lo difícil que tiene que ser educar a una criatura.

A mi no es que me gusten especialmente los niños, de hecho, mi instinto maternal no ha dado señales de vida por el momento. Pero a mi alrededor tengo a padres y madres con hijos y me da en la nariz, que para educar no hay normas escritas y que lo que sirve para unos, para otros no sirve y depende mucho de la paciencia de los padres y del carácter de los hijos.

En mi caso, tendría el listón muy alto si tuviera hijos, porque creo que mis padres supieron educarnos muy bien a mi hermana y a mi. Nunca nos impusieron nada y siempre hablaron muy claro y de cualquier cosa, sin tapujos. Recuerdo que con 6 ó 7 años mi madre nos sentó a mi hermana (que tiene dos años menos que yo) y a mi a ver El Pico. Una película bastante dura (sobre todo para dos niñas pequeñas) sobre la heroína. Recuerdo que ni nos movimos. Después de tantos años aún tengo escenas grabadas. Cuando terminó mi madre nos miró a las dos y nos dijo: “ya sabéis lo que hacen las drogas. Sois libres de hacer lo que queráis, pero quiero que sepáis las consecuencias que pueden tener”. No es que en ese momento nos fuéramos a meter ninguna en las drogas (con esa edad y en aquella época … raro) pero eso quedó ahí. Igual que las charlas que mis padres nos daban sobre sexo, incluso cuando las dos aún jugábamos con muñecas y los niños sólo servían para jugar a ver quien pegaba más fuerte … ellos iban sembrando, sin imponer, dejando nuestras decisiones a nuestra libre elección, pero indicándonos desde el primer momento las consecuencias que ciertas decisiones podrían traer.

Ahora, con los años, veo más clara su estrategia. Recuerdo que mi casa era “la casa de todos mis amigos”. Cuando quedábamos para salir siempre lo hacíamos en mi casa, si había que hacer alguna fiesta, se hacía en mi casa (con mis padres, pero sin estorbarnos), si salíamos en feria, eran mis padres los que nos invitaban a los churros del desayuno. Siempre pensé que mis padres eran los más enrollados, y en realidad lo eran, pero formando parte de mi adolescencia desde una perspectiva enrollada lo que conseguían era conocer a mis amigos, saber lo que hacíamos … vamos, controlarnos, pero sin que nos diéramos cuenta.

Nunca me han exigido que no cometiera errores, que no es lo mismo que decir que me animaran a cometerlos. Por lo general he consultado las cosas con ellos para conocer su opinión, pero si estaba decidida (que soy bastante cabezona a veces)y salvo que fuera una locura, me han apoyado, aunque no estuvieran del todo de acuerdo y JAMAS me han dicho “ya te lo dije” …

Creo que es una gran fórmula: que tus hijos crean que hacen lo que quieren, pero en realidad hacen lo que tú quieres … aunque es complicado, porque hay que conocer ese punto en el que termina la libertad de un hijo y comienza la responsabilidad de un padre, porque si te pasas …

Entiendo que mi ex me dijera ayer (están esperando un bebé) que está muy ilusionado, pero cagadito de miedo … yo lo estaría por partida doble: por lo que se me vendría encima y por no llegar al nivel que mis padres le dieron a mi educación y le siguen dando.

Papá, mamá, gracias por ser así y siento si alguna vez no he estado a la altura, aunque lo intento.