martes, 7 de octubre de 2008

El tío del aeropuerto

No me había pasado antes. No llevo la cuenta de los aviones cogidos ni de las horas de espera en el aeropuerto, pero son muchas y nunca había conocido a nadie, ni en un vuelo ni en el aeropuerto y el otro día me pasó.

La verdad, estaba un poco desalentada o melancólica o deprimida ... digamos que deprimida es la palabra ... Después de un verano “en blanco” con varias opciones pero sin decidirme por ninguna; después de haber cogido un primer avión en el que venía un chico (por supuesto ya no tan chico) que cuando tenía 14 años me tenía loca, pero que él no sabía ni que existía y que seguía igual que hace más de 15 años, aunque con dos críos de propina; después de despedirme de toda mi familia para tener que volver a más de 1000 km de ellos a un lugar donde ya no me ata nada ... y además volver al trabajo ... después de todo eso, lo que menos me apetecía era hablar con nadie, y mira por donde, hablé ...

El chico del asiento de atrás, no sé ni qué me preguntó, pero a la salida me preguntó que a donde iba, que si tal que si cual ... y seguimos hablando ... Yo aún tenía 2 horas de espera para el último avión del día. Él había quedado con unos amigos en el centro de Madrid para una despedida de soltero ... pero hablando, hablando, al final nos sentamos a tomar algo ...

No era mi tipo pero tenía una conversación bastante interesante ... hablamos de todo y acabamos hablando del amor. ¿Cómo acaba una conversación insustancial hablando de algo tan profundo como el amor? Ni idea, pero así acabó.

Resultó que iba a SU despedida de soltero. Decía que se casaba porque era lo que tocaba. No entiendo cómo la gente se casa así, porque es lo que toca ... si la cosa empieza así, no creo que acabe bien. Traté de que me lo explicara. Me dijo que eran “etapas de la vida que se van quemando” y que ahora le tocaba esta. Que esperaba que le hubieran preparado una despedida no demasiado fuerte, que la última en la que estuvo al novio le “ofrecieron” una amiga.

No comprendo a ese tipo de personas, que piensan que si te casas ya debes ser fiel, pero que antes no hay compromiso. Es que no lo entiendo!

No creo en el matrimonio como institución. No creo que dos personas deban quererse más porque se casen o que no puedan hacer ciertas cosas una vez casados. Creo en el compromiso entre dos personas, pero sin necesidad de papeles. Respeto a quienes se casan, pero no a quienes consideran el matrimonio como una forma de “cazar al otro o de ser cazado”. Así no me sirve. Si dos personas están juntas están porque quieren, no porque nadie los obligue y si quieres una relación abierta, exponlo y si la otra parte está de acuerdo, perfecto, pero tampoco pretendas que no te hagan cosas que tú piensas hacer. Una relación debe ser un equilibrio entre dos personas. Respeto y amor (o como quieras llamarlo) pero nada de posesión.

El tío del aeropuerto pretendía que me quedara a su despedida. Por supuesto ni me lo planteé. Nos hicimos una foto con su móvil. La recibí cuando aterricé en mi destino. Al día siguiente me llamó. Quería verme, dijo algo a cerca del destino, que nos había unido ... cuantas chorradas puede decir alguien por “el último polvo” ... está claro que no nos vimos y me imagino que se casó, aunque lo que no me queda claro es cuánto tiempo necesitará para llegar a la “etapa divorcio”

No hay comentarios: