lunes, 1 de marzo de 2010

A primera vista (del Blog del Ojo del Tigre)

Desde la primera vez que leí esta entrada en el blog del Tigre me quedé "enamorada". He tenido, pocas, pero alguna vez, esa sensación de conocer a alguien y sentir que ya nos conocíamos de antes y me gusta pensar que lo que el Tigre cuenta podría ser cierto ... Ahí la dejo, para deleite de quien la lea ... Tigre, eres grande!

A PRIMERA VISTA
Hay veces en la vida que conoces a una persona y ésta te resulta tan familiar, tan frecuente, tan conocida, que hasta puedes sentir afecto de inmediato, a primera vista, pero por mucho que lo intentas no puedes recordar dónde le conociste... si es que realmente le has conocido antes. No hay paisaje, ni calle, ni autobús, ni casa, ni lugar público que encaje, no hay telón de fondo asociado a esa persona. A veces la casualidad nos lleva por los caminos mas insospechados e incluso a veces nos conduce a eso a lo que llaman destino.

Ambos están convencidos de que los ha unido un sentimiento repentino. Es hermosa esa seguridad, pero la inseguridad es más hermosa. Imaginan que como antes no se conocían no había sucedido nada entre ellos. Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos en los que hace tiempo podrían haberse cruzado? Me gustaría preguntarles si no recuerdan-quizá un encuentro frente a frente alguna vez en una puerta giratoria, o algún "lo siento" o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,pero conozco su respuesta. No recuerdan. Se sorprenderían de saber que ya hace mucho tiempo que la casualidad juega con ellos, una casualidad no del todo preparada para convertirse en su destino, que los acercaba y alejaba, que se interponía en su camino y que conteniendo la risa se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales, pero qué hacer si no eran comprensibles.¿No habrá revoloteado una hoja de un hombro a otro hace tres añoso incluso el último martes? Hubo algo perdido y encontrado. Quién sabe si alguna pelota en los matorrales de la infancia. Hubo picaportes y timbres en los que un tacto se sobrepuso a otro tacto. Maletas, una junto a otra, en una consigna. Quizá una cierta noche el mismo sueño desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio no es mas que una continuación, y el libro de los acontecimientos se encuentra siempre abierto a la mitad.

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